
En las sesiones de arteterapia psicodinámica de enfoque no-directivo nos encontramos, en numerosas ocasiones, que los niños manipulan los materiales artísticos y los utilizan como herramientas de juego. Con las pinturas, harina, sal, agua y jabón, elaboran comiditas, brebajes, cócteles, pócimas o experimentos y cualquier material reciclado puede convertirse en un arma, un casco de astronauta o una maleta de viaje. Todo ello al servicio de sus juegos simbólicos, donde también el/la arteterapeuta deberá interpretar tal cantidad de roles; la niña o la maestra, el hijo o el papá, el médico, la cocinera, el monstruo o el superhéroe.
Comoun monstruo en la sala en arteterapia se presta la misma atención al proceso creativo que al objeto crea2do, el juego de roles o con objetos, proceso y obra en sí mismo, debe ser atendido como pintura en lienzo.
En los juegos infantiles nos vemos inmersos en un complejo proceso creativo, en el que el niño es capaz de compartir sus imágenes mentales, que debemos tratar con el mismo valor que las imágenes físicas. Acogiendo estas imágenes como representaciones simbólicas de los estados mentales y de las emociones que se manifiestan en el juego, podemos “ver” al monstruo en medio de la sala sin que este esté presente.
En esta comunicación expuesta en el Congreso Nacional de Arteterapia (III Congreso FEAPA) celebrado en la Universidad de Murcia en mayo del 2017, compartí el caso «Un monstruo en la sala» . Para ello, expuse el material clínico de algunas sesiones de arteterapia, permitiendo a los presentes observar cómo a través de su juego la niña crea, elabora y repara, poniendo de manifiesto y superando las ansiedades preverbales de sus primeros meses de vida. Este caso nos permite abordar también otros temas como el concepto de muerte en la primera infancia y la repetición creativa en el juego simbólico.
Estamos a la espera de la publicación FEAPA de las conferencias y comunicaciones del congreso.